En la PEC 2 he aprendido cómo hacer un perfil de LinkedIn y la importancia que tiene saber combinar elementos visuales y escritos correctamente. La información ha de ser expuesta como si se tratase de un CV en formato de perfil en redes: claridad, concisión y facilidad de identificación de los elementos más importantes.
LinkedIn es sin duda una gran herramienta para construir una marca personal y para un publicitar los propios logros y estar al tanto de las novedades en tu empresa, sector, etc., lo cual, sin duda, permite ofrecer un mejor servicio y satisfacer las demandas de los clientes con los que se cuenta y atraer otros nuevos.
Sin embargo, creo que LinkedIn no es la gran herramienta de networking que la gente considera, siendo las conferencias, los compañeros de trabajo o de clase e incluso el tradicional «boca a boca» instrumentos esenciales para entrar en contacto con futuros empleadores, empleados o clientes.
LinkedIn es, como toda red social, una poderosa arma de doble filo que presenta ventajas y peligros: puede ponerte en contacto con futuros compañeros, empleadores y clientes, así como también puede exponerte a fraudes, estafas y suplantaciones de identidad. Es esencial, por lo tanto, ser muy celoso de la información que se comparte, evitando difundir datos personales.
En este sentido, me viene a la mente la circunstancia que se da cuando un traductor trabaja desde casa: su domicilio es a su vez su centro de actividad profesional, ¿debe mostrar su ubicación? Creo que lo razonable es pensar que no debería hacerse salvo con personas cuya identidad e intenciones queden libres de duda.
En definitiva, las redes sociales, como toda herramienta física o digital, ha de ser utilizada con cautela y con sentido común.